Hace falta valor para tener valores en un mundo en el que todo vale.
¿Cuánto vale? Es la pregunta típica, tópica, de nuestra sociedad donde todo
se compra.
Pero deberíamos preguntarnos ¿Cuánto cuesta? Porque solo tiene valor aquello
que conseguimos a coste de nuestro sacrificio.
Lo que cuesta se merece, no hay premio sin esfuerzo para aquel que quiere
dar valor a su vida.
Para el necio el valor es sinónimo de cuantía, para el sabio de cualidad.
El valiente es aquel que, humildemente, antepone los valores de su fe a la
valía de su vida.
Si quieres valorar tus riquezas no cuentes tus monedas, mas sí las obras
fruto de tu fe, única ofrenda valiosa a los ojos de Nuestro Señor.
Hoy nada tiene valor, todo tiene precio. Por suerte para nosotros Jesús nos
vio con ojos de amor y tuvo el valor de dar su vida para rescatar las
nuestras.
¿Qué mayor precio puede haber que el sacrificio de Dios hecho hombre?
¿Dinero o amor, qué tiene más valor? Nosotros de elegimos.
"Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa,
ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las
aves?" Lucas 12:24
"Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale
más que la plata." Proverbios 16:16
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