LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

viernes, 13 de julio de 2012

Un día, una reflexión, un versículo: ¿Políticamente correcto o incorrecto?

¿POLÍTICAMENTE CORRECTO O INCORRECTO?

Una de las principales enfermedades de nuestra sociedad es querer cualificar las actitudes de compromiso. Nos pasamos el día pensando y cualificando aquello que consideramos políticamente correcto o incorrecto.

Hacer lo que los demás esperan de ti, políticamente correcto.

Hacer lo que tu consciencia te manda, políticamente incorrecto.

Vender el amor como disfrute de la carne, políticamente correcto.

Practicar el amor al prójimo, políticamente incorrecto.

Criticar el comportamiento ajeno, políticamente correcto.

Autocrítica pública, políticamente incorrecto.

Engañar sin ser pillado, políticamente correcto.

Confesar tus artimañas, políticamente incorrecto.

Ser ateo o agnóstico y ostentarlo, políticamente correcto.

Ser creyente y ser testigo al mundo, políticamente incorrecto.

Reclamar tus derechos, políticamente correcto.

Cumplir con tus deberes, políticamente incorrecto.

Hay tantas actitudes en las que el parecer domina el ser en nuestro
comportamiento que hacen de nosotros gente predecible en nuestra mediocridad y sumisión al pecado.

Actuamos con miedo a la mirada de los demás y por ello buscamos siempre ser lo más políticamente correctos cuando deberíamos actuar con temor a la
mirada de Dios porque es la única que ve más allá de nuestro comportamiento, escudriña nuestro corazón en sus rincones más profundos.

El mundo nos arrastra inexorablemente hacia el vacío de nuestra vulgaridad.

El Señor nos ha pedido que seamos la sal de este mundo no una gota más de agua insípida en un mar de orgullos y vanidades.

Jesús fue la persona más políticamente incorrecta de su época, es nuestro
guía, el ejemplo a seguir.

Es el momento de aquellos que no tienen miedo a lo que se dice de ellos
porque solo temen la mirada de Dios, la única que es juicio justo. Nosotros
lo sabemos, hagámoslo saber a los demás.

"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué
será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada
por los hombres." Mateo 5:13

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