Todos podemos mirar la vida pero nadie puede verla por ti.
Todos podemos llorar las penas pero nadie puede lagrimar por ti.
Todos podemos sufrir los males pero nadie puede padecer por ti.
Todos podemos satisfacernos de lo bueno pero nadie puede alegrarse por ti.
Todos podemos atesorar quimeras pero nadie puede soñar por ti.
Todos podemos tener decepciones pero nadie puede experimentarlas por ti.
Todos podemos opinar sobre Dios pero nadie puede creer por ti.
Nadie puede hacer por ti lo que tú no harías por nadie, mas solo Jesús hizo
por ti, por mí, por todos aquellos que en Él creen, sacrificio de su vida
para redención y salvación de nuestras almas.
Puedes vivir para los demás o por ellos pero nadie puede vivir tu vida más
que tú.
La experiencia se puede compartir pero cada uno tiene que vivir y hacerse la
suya, propia y genuina, porque vivir es personal e intransferible.
Las obviedades al sabio se revelan y del necio se ocultan, nada nuevo bajo
el sol.
"1Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. 2 Vanidad de
vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. 3 ¿Qué
provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
4 Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece. 5 Sale
el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se
levanta. 6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de
continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. 7 Los ríos todos van al
mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven
para correr de nuevo. 8 Todas las cosas son fatigosas más de lo que el
hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. 9
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo
mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol." Eclesiastés 1:1-9
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